Una terapia activa muy personal
Desde hace años voy a caminar por el pulmón de Barcelona, Collserola. Es una práctica que se ha convertido en hábito y cuando no voy siento que me falta algo para estar bien. Me ayuda a conectarme y desconectarme del ruido de Barcelona. Me ayuda a sentirme bien.
Suelo ir muchas veces sola con mi perro y algunas veces acompañada. Cuando voy sola es como una meditación, una reconexión conmigo y con la naturaleza. Cuando voy acompañada siento que es un momento de mucha apertura y buena comunicación. Una comunicación honesta, rica, abierta y que permite profundizar en los temas mas íntimos.
Viviendo y sintiendo en mí los beneficios del compartir caminando, sentí las ventajas y beneficios de llevar a cabo las sesiones de terapia caminando. Al mismo tiempo investigué el por qué el caminar relajadamente en la naturaleza aporta tantas facilidades para abrirse y comunicarse.
Una revelación que me hizo pensar mucho fue cuando leí que Mark Zuckerberg hace todas sus negociaciones andando al lado de su oficina. Parte de la premisa que
hay que estar con la energía óptima para tomar decisiones.
Por otro lado, una de las sesiones grupales que más disfruto son los baños de bosque que organizo porque veo el efecto evidente en las expresiones de las personas que participan. Hay un antes y un después. Hay un efecto casi mágico.
Desde la observación y mis propias vivencias saqué las siguientes conclusiones:
- Con el tiempo me fui dando cuenta que las personas conectan y se expresan mas abiertamente cuando se combina tener tiempo, estar activo, y conectado con la naturaleza. Esta es la fórmula mágica.
- Mi propia experiencia y los estudios demuestran que la actividad física, el caminar en la naturaleza reconecta con uno mismo y activa el cuerpo y la mente. Uno se oxigena. La energía fluye en todo el cuerpo y permite pensar y sentir de forma mas intensa.
- Además, el caminar dos personas conectan sus pasos y hacen sinergias. Se sincronizan. Existe una conexión energética y electromagnética.
- Permite poder tener una mirada hacia dentro y alternarlo con una mirada cómplice con el otro. Uno puede elegir que es lo que le conviene mas en cada momento dependiendo de la intensidad de lo que se esté comunicando.
- La pandemia hizo mas fácil que los clientes/ pacientes se apuntaran a este tipo de sesiones por ser mas seguras y gratificantes. Se eliminaba el contagio de las salas. Quien lo prueba repite.
Y, ¿en qué consisten estas sesiones y cómo se viven?
Son sesiones de escucha activa, basadas en las terapias de tercera generación, de aceptación y compromisocon las técnicas Mindfulness, donde combino momentos de relajación, de silencios, momentos de meditación y según se necesite la practica de algunas asanas de yoga.
Todo depende del momento de la terapia y lo que necesita el cliente/paciente.
Y cuáles son las ventajas o los beneficios de estas sesiones
- Una rápida desconexión del ritmo del día tanto del cliente como del terapeuta
- Se entra en calma mas rápidamente, en el aquí y en el ahora
- Una gran facilidad de combinar las diferentes técnicas; respiraciones conscientes, meditaciones, caminar consciente…
- La activación de la energía hace que haya conexión cuerpo, mente y contexto. Se conecta mas fácilmente con el cuerpo que ayuda a sentir las emociones mas intensas y se expresan sin tantos frenos.
- Capacidad de una buena interiorización (no hay una mirada constante)
- Se crea una conexión y un momento de intimidad especial entre terapeuta y paciente
El único inconveniente es si llueve o hace mucho frio, pero en ese caso toca hacer sesión en sala.
Existen alternativas a ir al bosque. En algunos casos, dependiendo de la disponibilidad y la edad de los clientes/ pacientes imparto la sesión en parques agradables de Barcelona.
En muchos casos se combina las sesiones de naturaleza con sesiones de sala. Todo es muy flexible y adaptable a las necesidades del momento.