Es aprender a sentir la respiración en nuestro cuerpo.
Una respiración abdominal, por la nariz. Es aprender a sentir nuestro cuerpo, a notar como entra el aire y como sale.
Notando todo el proceso de la respiración, como se mueven los músculos en todo el recorrido de la respiración.
Esta respiración es la mejor herramienta que podemos tener para calmar la mente, para apaciguar las emociones, para parar, para concentrarse, para hacer un Kit Kat y reponer energía. En definitiva, para sentir la vida.
Y, ¿cómo se respira conscientemente?
La práctica que propongo consiste en empezar contando 10 respiraciones completas inhalando y exhalando por la nariz. Y, a medida que se va practicando se pueden ir aumentando el número de respiraciones. Puedes practicarlo sentado, estirado o incluso de pie. Busca iniciarte en esta práctica en aquellos momentos que estés tranquilo para poderlo aplicar en los momentos más intensos de ansiedad, de emociones fuertes, nervios o cansancio.
Se entiende por respiración completa el proceso que incluye inhalación y exhalación. Se trata al inspirar de llevar la mayor cantidad de aire posible al abdomen. Imaginando que es una pelota que se hincha y en la exhalación es el abdomen o pelota el primero en deshincharse, luego el aire del pecho y finalmente el aire por la nariz. A medida que vayas respirando la respiración se va haciendo de forma natural vez más lenta, profunda y cíclica.
Recomiendo ponerse las manos en el abdomen las primeras veces para notar como el aire llega hasta el abdomen y como se hincha y se deshincha.
Es muy posible que los pensamientos, sonidos o emociones afloren y distraigan la concentración del proceso de la respiración. Muy amablemente y con cariño vuelves a la respiración sin juzgarte, vuelves al conteo de las respiraciones como ancla al presente, al aquí y el ahora.
A medida que lo vayas practicando notarás un cambio en la concentración y sobretodo en calmar la mente para poder tomar mejores decisiones.
Por favor, empieza a respirar y a sentir; especialmente en estos tiempos tan inéditos en el que no tenemos referentes y no nos manejamos bien.